Estudiar en Francia es una excelente manera de sumergirse en una cultura celebrada por su arte, cocina e historia. Paseá por las calles adoquinadas de París, conversá con los lugareños, admirá las obras maestras icónicas del Louvre o disfrutá del sol de la Riviera francesa. Explorá y deleitate con los sabores mundialmente famosos de la cocina francesa, desde croissants hasta crepes. Caminar por los pintorescos pueblos, ciudades y paisajes de Francia ofrece un rico telón de fondo para profundizar tus habilidades lingüísticas.