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El café en el mundo: qué pedir y dónde

El café en el mundo: qué pedir y dónde

Los mejores días empiezan con una humeante taza de café…o en una nueva ciudad o país emocionante. Afortunadamente, cafés de todos los tamaños y variedades han conquistado el mundo y podés encontrar este delicioso producto en todas partes, lo que (en teoría) garantiza que tendrás días fantásticos independientemente de dónde te encuentres. Con tantas mezclas, tuestes y opciones en cuanto a la leche, puede ser complicado elegirlo, pero ahí es donde entra nuestra guía mundial para tomar café sin dar pasos en falso.

Paris, cafe au lait

Incluso en la ciudad del amor el nombre de la bebida favorita con cafeína suena elegante y romántico. No importa cuánto turismo te quede por hacer, programá una tarde tranquila para relajarte con un café au lait (tan sólo es un café con leche, pero eso no suena particularmente romántico, ¿no?). Paseá por una de las encantadoras calles adoquinadas de la capital francesa, sentate en un pequeña cafetería igual de envidiable para Instagram y tomate un café. Acompañalo con unos coloridos macarons o date el gusto con una rica porción de torta…porque, obviamente,  es condenadamente cultural.

Seattle, house blend

La Ciudad Esmeralda es el hogar del auténtico Starbucks. Pensá que sin Seattle una de tus mayores obsesiones nunca se habría convertido en una de las partes más lamentablemente importantes de tu vida. ¿Cómo podrías sobrevivir cada otoño sin los lattes condimentados con sabores exóticos? ¿Qué publicarías en Instagram? ¡Un horror! Pero no pienses ahora en pedir algo elegante: estás acá para rendirle homenaje al emblemático logo verde (originalmente marrón), así que confiá en los encantadores camareros (aunque deletreen mal tu nombre) y sentate con una humeante taza de cualquier nueva mezcla que estén dispuestos a compartir con vos este mes.

Barcelona, Tallat

Hay muchas cafeterías modernas en Barcelona, lo cual es muy útil cuando necesitás tomarte un descanso de ser turista. Además, ¿a quién no le gusta ver pasar a la gente mientras sostenemos un poco de cafeína? Tenés que probar el tallat, que es la versión barcelonesa de un cortado: una dosis de expresso con un chorrito de leche hervida. Solo le ponen un dedo de leche, así que si preferís un café más cremoso, pedí un café con leche y te darán una taza llena con tanta leche como expresso.

Costa Rica, recien molido

Dicen que las mejores cosas en la vida son las recién hechas. ¿O eran las cosas regaladas? Sea como sea, Costa Rica es el lugar ideal para degustar un café recién hecho. Andá a tantas plantaciones de café verde como puedas para probar el dulce néctar marrón de los granos cultivados a solo unos metros de distancia. El café que se produce y exporta acá se venera en todo el mundo, así que imaginate cuánto mejor es el sabor si está recién cosechado, tostado y molido.

Singapur, Kopi Luwak

¿Convencido de que sos un experto en café? ¿Creés que distinguís el recién molido del de filtro, el arábico del robusta? Bueno, hay un tipo particular de café que tenes que conocer antes de que te hagas una corona, bailes y te proclames a vos mismo el rey del café: el Kopi Luwak. Proveniente de las plantas de café de la jungla de Indonesia y Malasia, el Kopi Luwak es rico y aromático, pero no tiene la acidez de la mayoría de las mezclas. Esto es debido al procesamiento de los granos, porque antes son parcialmente digeridos (es decir, comidos y expulsados) por un gato de la jungla. Curioso, ¿no? (en caso de que no te parezca apetecible el café digerido por un gato, te recomendamos encarecidamente el té tirado, Teh Tarik, porque es una maravilla ver cómo lo preparan. No solo porque no hay caca implicada…)

New York, iced caramel frupuccino

¿Por qué? Por Instagram y porque los Iced Caramel Frappuccinos son absolutamente adictivos. ¿Necesitás muchas más explicaciones? Dejá que la combinación de azúcar y café, dos sustancias celestiales por sí mismas, se unan en perfecta armonía para refrescarte en un caluroso día de verano en Nueva York. Añadí un poco de nata montada y preparate para posar, fotografiar y compartir. #Simple.

Rome, espresso

Hay algo extrañamente satisfactorio en  tomar café fuerte en una pequeña taza de porcelana; especialmente si ese espresso se disfruta en una pintoresca cafetería, sentado en una silla bajo el sol, mezclándose con los peatones en la Ciudad Eterna. Conideralo una parada rápida mientras se hacés turismo, una dosis de cafeína después de visitar el Coliseo y antes de emprender el viaje hacia la Ciudad del Vaticano. Ah, la vita è bella.

Tokyo, té verde con leche

La mejor selección de café en Tokio es igual que la ciudad en sí misma, extraña y extravagante, pero innegablemente maravillosa. De hecho, ni siquiera es café. El té verde con leche va en contra de todo en lo que creemos la mayoría de los bebedores de café: en lugar de llenar una taza con café, se mezclan hojas de té verde molidas con leche y se consigue una color verde fuertemente sospechoso. Pero hay una razón muy importante por la que los habitantes de Tokio están obsesionados con él (¡spoiler alert!): es increíblemente rico.

Londres, black americano

En Londres todo es una carrera y los negocios de la calle Oxford no esperan por nadie; o llegás tarde al metro para ir a tu siguiente clase. Sea cual sea la razón, todos parecen estar apurados en la capital británica. Vas a necesitar cafeína para aguantar el paso rápido de las personas que van al trabajo y los grupos de turistas, así que el humilde americano te servirá bastante: negro, por supuesto, porque acá nadie tiene tiempo que perder con la leche.

Sídney, flat white

Esto puede parecer sorprendente, pero los aussies no se pasan la vida tomando latas de cerveza Foster: en realidad les encanta el café (de hecho, no toman Foster, pero esa es otra historia). Aunque Sídney presume de un clima suave y envidiable durante todo el año, siempre hay lugar en la agenda de la mayoría de las personas para una taza de café caliente. No te compliques y pedí un flat white para empezar el día al estilo australiano: una o dos medidas de expresso con algo de leche hervida. Sin almíbar, sin distracciones.

¡A seguir con la cafeína, amigos!

Imagen de Iain Farrell, Flickr / Creative Commons

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